martes, 5 de octubre de 2010

Posibilidades Para Todos

Una vez más los resultados electorales le muestran al país (al menos al que quiera ver) lo que está pasando realmente por la mente de los venezolanos. Sin ser amante de los números debo reiterar y reafirmar lo que desde el colegio se nos dice: las matemáticas no fallan, y es por eso que para hacer un análisis de lo que pasó el domingo 26 de septiembre, parto de un estudio detallado de las cifras que dejamos los votantes en las urnas.

La cosa quedó así: PSUV y aliados: 5.423.324, es decir, 48,14%; Mesa de la Unidad (MUD): 5.320.364, es decir, 47,22%; Patria Para Todos (PPT): 353.979, es decir, 3,14%; Otros partidos: 167.892, es decir, 1,49%.

Conclusiones rápidas: el partido de gobierno no puede asumir los resultados como un triunfo ya que ciertamente no obtuvo la mitad de las preferencias; tampoco puede la oposición al gobierno de Hugo Chávez asumir el triunfo ni considerarse 52% del país, ya que por un motivo u otro ni el PPT ni otros tantos partidos menores se unieron en la “fórmula unitaria”; ciertamente, las fuerzas que critican al gobierno nacional (el no-chavismo) pueden llamarse mayoría, aunque de ahí a que la oposición sea mitad más uno falta todavía un trecho.

Incluso, si vamos aún más al detalle de los números, 47.076 votos en el lote de “otros partidos” pertenecen a grupos cercanos al oficialismo, que incluso en muchos estados hicieron alianza con el PSUV (MEP, Tupamaro, Mobare 200-4F), y que por no formar parte de tal fórmula en estados como Guárico le dieron un diputado a la oposición.

Ahora bien, ¿qué nos dicen los números?

Está muy claro que al país no le ha gustado la radicalización del presidente Chávez. Más allá de sus reacciones post-electorales, y de la propaganda continua de sus diversos medios de comunicación, el 26 de septiembre quedó lejos de ser una victoria del PSUV. El oficialismo sabe que la marca de 7,3 millones alcanzada en 2006 quedó en el olvido, y que muchos de los que se abstuvieron en la Reforma 2007, ya este año se atrevieron a votar en contra de los candidatos del “Comandante-Presidente”. También debe preocupar al chavismo que Miranda, Zulia, Carabobo, Táchira y Nueva Esparta sean cada vez más opositores a su gobierno, y que poco a poco Mérida, Caracas y Anzoátegui ingresen en esa lista.

Además el gobierno sabe que territorios tan rojos anteriormente como Amazonas y Lara, son cada día más multicolor, y si la oposición entiende que debe abrirse al PPT, pasarían a engrosar la amplia lista de 10 estados con mayoría antichavista.

Y he ahí quizás el punto más interesante del 26 de septiembre. El país partido en dos amplísimas mitades, donde los más indecisos prefieren elegir un sector antes de “perder su voto”, y sin embargo, las agrupaciones que se quedaron por fuera de los dos lotes significan hoy el balance electoral de Venezuela.

Patria Para Todos, si bien no le fue tan bien como algunos internamente esperaban sobre todo al quedar sin diputados en Lara, se solidifica como un partido clave en el país. Es ese 3,14% del electorado el que le da la mayoría a uno u otro lado, y son sus votos los que dan el triunfo contundente en Lara y Amazonas.

El alejamiento de Henri Falcón, y sus cada vez más constantes críticas, hacen pensar que será difícil ver un reencuentro con el proyecto de Hugo Chávez, más aún si el Presidente sigue radicalizándose, por lo que la oposición tiene el balón en su cancha.

Los discursos de amplitud de los más jóvenes dirigentes opositores van en el camino acertado de incluir en la gran alianza no-oficialista a los políticos que más recientemente han peleado con el gobierno. Y es precisamente ese accionar abierto, conciliador, el que podría convencer no sólo a Henri Falcón, Liborio Guarulla o José Albornoz, sino también a los 350 mil votantes que si bien se divorciaron del PSUV, todavía no se quieren casar con los partidos opositores.

El debate político será muy rico y agitado en los próximos meses, sobre todo porque no hay mucho tiempo para perder. Dos gobernaciones claves, con fuerte presencia pepetista (Amazonas y Guárico) se eligen en marzo de 2011, y la Mesa de la Unidad tendrá que dar la cara para ver si en definitiva respalda a quienes tienen chance de triunfo, o va por su camino arriesgando la derrota.

Más allá de lo que diga el número de curules, no fueron los más experimentados dirigentes opositores los que recibieron el gran respaldo popular, sino más bien los Pablo Pérez, Capriles Radonsky, Carlos Ocariz y el propio Henrique Salas Feo. Quedará saber si tienen ellos más fuerza para la inclusión que los viejos líderes, quienes al igual que el presidente Chávez, no quieren ver el resultado real de estas elecciones.

PD: Las cifras que doy son tomadas de las 24 votaciones por lista de los estados, no del Parlamento Latinoamericano.

Datos y cifras:
Incluido entre los partidos de oposición, el PPT ocuparía el sexto lugar:
Un Nuevo Tiempo: 998.606
Primero Justicia: 974.358
Acción Democrática: 924.339
Copei: 580.458
Proyecto Venezuela: 383.979
Patria Para Todos*: 353.979
Podemos: 298.311
Min-Unidad: 204.163
La Causa R: 103.367

Más allá de su primer puesto, el partido Un Nuevo Tiempo perdió 150 mil votos desde 2008, y 64,1% de sus votos son del estado Zulia. Proyecto Venezuela subió cerca de 40 mil votos en dos años, pero 69% de sus electores están en Carabobo. AD fue el partido no-chavista más votado en 12 estados del país, Primero Justicia lo fue en 4, y el PPT en otros 3.

martes, 27 de abril de 2010

Primarias más allá de 140 caracteres

Miente aquel que dice que las primarias fueron un rotundo éxito y que "la gente" demostró que son el método correcto, así como aquel que las considera un fracaso y una pérdida de tiempo.

A dos días del proceso "interno" de la oposición, mucho se ha hablado, y el twitter ha dado de qué hablar, con opiniones contrastantes y en algunos casos insultantes y amenazantes, que sobre todo demuestran que el fallo de la oposición como un todo estuvo a la hora de establecer sus reglas, de no llevar esas reglas a un debate más amplio y prolongado, y de hacer las cosas siempre con el tiempo como enemigo.

Si en la zona más opositora del país fue a votar el 23% de los registrados para hacerlo, aún cuando la propaganda fue muy amplia y a sabiendas que quien quede en primarias será sin duda diputado, no debe alegrar a los que pidieron las primarias. Más aún si se toma en cuenta que el promedio de votación en el país fue de 9,38%, promedio claramente elevado por los votantes del sureste de la gran Caracas, ya que sólo en otro estado del país el porcentaje superó los 10 puntos.

Aún así, las diferencias en Carabobo, Miranda, Anzoátegui e incluso Distrito Capital, hacían necesarios los procesos. Sin embargo, cuando se ven los triunfos aplastantes de algunos candidatos en Táchira, Zulia o Portuguesa damos otro paso para atrás. ¿Cómo defender unas primarias donde la participación fue bajísima y la diferencia altísima? ¿No se pudieron evitar esas primarias? ¿Acaso no hubiera sido ese el caso en la selección de otros candidatos que, afortunadamente, se eligieron por consenso para ahorrarse unos churupos?

Con esto no defiendo a quienes repudian las primarias, y sí considero importante pensar en ellas para elegir al candidato presidencial. Lo que quiero es que los exacerbados defensores de las primarias (que por cierto son mayormente del sureste de Caracas y hacen mucha bulla por Twitter, la cual se proyecta a los medios convencionales), se den cuenta que los elegidos por consenso en la Mesa no son ilegítimos, y por lo general son pocos los casos donde se notan injusticias abiertamente.

De ahí me agarro para hablar de Mendoza y el suplente de Simonovis. Ambas dificultades surgen del error inicial de la unión opositora: los acuerdos y su claridad. Y es que o Mendoza no lo leyó o no le paró bolas a que Copei lo firmara. En todo caso, también sería bonito que la Mesa tomara en cuenta liderazgos muy obvios, por encima de la votación de 2008. Ahora, me consta que se le ha buscado una vía a Mendoza para que sea candidato y pueda contribuir con la oposición ¿Por qué nadie lo culpa de todo el escándalo? ¿No muestra Mendoza unas ansias de poder incontrolables al buscar por cualquier manera un puesto "salidor? ¿Por qué el mundo twitter no lo condena? Y aparte, esos mismos que defienden candidaturas de ex dirigentes estudiantiles porque dicen que su papel en la calle ha sido vital en los últimos años, parecen olvidar lo poco visible que ha sido Mendoza entre 2005 y 2010. Sólo se le vio peleando contra su inhabilitación, y es innegable su colaboración en el triunfo de Radonsky, pero creo que ningún estudiante lo vio a su lado tragando gases.

Nos quejamos que los candidatos "de peso" vayan por puestos fáciles, pero no le reclamamos a Mendoza que no asuma el reto de Guarenas-Guatire.

Finalmente, la imposición de Medina como suplente de Simonovis resulta excesiva y muy difícil de defender. Su problema es también de raíz: ¿Qué dicen las normas sobre los presos políticos? ¿Se asume la posibilidad de que serán inhabilitados? ¿Sube el suplente a ser titular si se le inhabilita?

El error con Medina es obvio: ponerlo como candidato en una zona en donde se asomó su candidatura y se vio el rechazo a la misma, mientras otros candidatos en el mismo sector demuestran tener amplio apoyo. Aún así, critiqué (vía twitter) durante toda la semana pasada, que los precandidatos del sureste no hablaban sobre la suplencia de Simonovis. Fue un tema comentado cuando empezaba la carrera por las primarias, pero más nunca se tocó. Al no aclararse antes, es lógico que ahora todo reclamo genere suspicacias y nos lleve a la pregunta: ¿hubiera defendido Vecchio que María Corina entrara de suplente si él ganaba las primarias? ¿No pasa toda esta pelea por el amplio deseo de López de tener a su abanderado en la Asamblea sea como sea?

viernes, 5 de marzo de 2010

Hay espacio para todos

Al igual que a comienzos de 2008, los eventos electorales parecen acelerar los deseos protagónicos de todo líder político, o personaje público conocido que existe en el país. Tanto en las regionales como ahora en las parlamentarias, pareciera que no se es nadie si no se tiene un cargo público y todos van por él.

Así, vimos desfilar hace año y medio a centenares de personajes que nos hemos acostumbrado a ver por televisión, lanzarse a ser alcalde (generalmente de Chacao, Baruta o El Hatillo), con la intención de "mejorar al país y aportarle todos sus conocimientos a ese puesto". La mayoría, por supuesto, no logró ser alcalde o gobernador, y su vida continuó.

Felizmente, muchos supieron aprovechar ese impulso que fue la candidatura por un puesto ejecutivo regional o local, y se han mantenido activos desde entonces, con la lógica y válida aspiración de un curul en el Parlamento, en donde, si su trabajo fue constante, probablemente salgan premiados.

Otros, sin embargo, volvieron a desaparecer año y medio y ahora salen de nuevo con aspiraciones renovadas para aportar su conocimiento y experiencia a una Asamblea Nacional, que sin duda necesitada de especialistas y gente seria, no tiene cancha pa tanta gente.

Por eso lamento que tanto líderes políticos que van y vienen, como dirigentes sindicales o gremiales, empresarios, periodistas, y sobre todo jóvenes ex dirigentes estudiantiles, o incluso aún estudiantes (aunque su situación real en las aulas no se conozca) postulen sus nombres al Poder Legislativo como la única función de ésta fuera ser un trampolín para la vocería y la confrontación política, quizás olvidando la dificultad que representa hacer una ley, plantearse el sistema legal del país, y tener que buscar acuerdos y consensos con gente como Carlos Escarrá, Cilia Flores o algún representante de UPV.

¿Por qué un joven de 22 a 26 años tiene que estar aspirando a la Asamblea? ¿Porque fue famoso y tuvo un papel importante en 2007? Es cierto y es válido que dentro de la oposición se esté pensando en tener una lista de candidatos diversa, con personajes insignes de todos los sectores, pero que 19 estudiantes o recién egresados busquen un puesto suena excesivo. Sobre todo porque deben saber que en el circuito al que aspiran hay gente mucho más experimentada y preparada, y también porque con uno u otro representante juvenil basta.

Más reprochable aún me parece el hecho de que muchos de éstos jóvenes, y también otros personajes "nuevos" en la política nacional, se lancen en circuitos donde la oposición es claramente mayoría, en vez de convertirse realmente en factores distintos a la política de siempre, y arriesgarse en sectores populares dominantemente chavistas, ya que a estas alturas de su vida tienen poco qué perder.

Uno ve, por ejemplo, el buen trabajo que han hecho desde la plataforma creada por Yon Goicoechea, "Futuro Presente", y se da cuenta que es mucho lo que se puede hacer por un país, aún sin tener cargo público. Iniciativas como ésa, o como el grupo de Quiero Paz, los amigos de UCABMUN, y cualquier otra inmensa cantidad de iniciativas, deberían hacer reflexionar a todos los que hoy aspiran al parlamento, sin demasiada necesidad de ello, ya que el país más que nunca tiene trabajo por hacer, y muchos espacios en donde contribuir.

En los demás sectores ocurre lo mismo. Es ideal que sindicatos, gremios, empresarios, defensores de derechos humanos, universitarios, mujeres, etc, tengan algún representante en la Asamblea, pero que sea eso: un representante, y no sea la constante, ya que afuera se tienen que fortalecer todos esos sectores, y no todos pueden dedicarse a hacer leyes.

Los políticos por su parte, no deberían seguir peleando por el sureste de Caracas, el norte de Valencia, la ciudad de Mérida o San Cristóbal, ni el primer puesto en las listas estadales. Todos los "pesos pesados" de la política opositora cabrían sin problema entre los 165 aspirantes, si de verdad buscaran un curul desde todos los rincones del país, y los viéramos hacer campaña en Catia, en el sur del estado Aragua, en Portuguesa, en Delta Amacuro o en Apure.

Puestos hay, trabajo sobra, ¿por qué la pelea?

martes, 9 de febrero de 2010

Ya empezó la ¨unidad¨

No soy de los que más se queja de la oposición venezolana, o de sus acciones de protesta o llamados diversos, sobre todo porque uno sabe en la posición difícil en la que están ellos y está todo el país. Se sabe que es difícil que cualquier protesta tenga eco, o que alguna propuesta lleve a algún lado, con un gobierno todopoderoso y que sanciona el diálogo.

Sin embargo, el enfoque de la oposición, correctamente, ha ido decantándose por lo que ciertamente es el único vestigio de esperanza que nos queda a la mitad o más de los venezolanos: los procesos electorales.

Es ese el único lugar donde toda la molestia, la petición de acción, las ideas de marchas, cacerolazos, twitteazos y demás protestas decentes o no tanto deben finalizar: en una mesa de votación, en un triunfo de factores que puedan hacer contrapeso de esta autocracia.

Lo triste y vergonzoso del caso, es que aún enfocada en objetivos electorales desde el año 2006, la oposición sea incapaz de ponerse de acuerdo para lanzar candidatos y proyectos únicos, tomados de la mano aún cuando existan diferentes puntos de vista, algo lógico y deseable en un ideal democrático.

Lo patético es que la palabra unidad sea la más pronunciada en el país luego de revolución, y aún así ésta no se vea reflejada entre quienes adversan al gobierno. Y es que es como la vida misma: si uno persona repite y repite ¨estoy bien, estoy feliz, no tengo problemas, todo perfecto¨, uno asume que algo anda mal, y así está la oposición. Proclama y grita unidad, unidad, pero ésta no se ve.

Empezando por el absurdo que vemos hoy martes y seguro veremos toda la semana: se ¨filtra¨la información de que hay acuerdos en varios estados y uno de los principales factores de la oposición, como lo es Leopoldo López y el lujoso equipo de jóvenes, ex-movimiento estudiantil, que lo acompañan no saben nada al respecto.

Aún si ellos estuvieran enterados, por qué tanto misterio? por qué todo entre gallos y medianoche? Al mejor estilo de nuestro actual presidente.

Siento que la mayoría de los opositores, y más aún aquellos que se consideran ni-ni o los que están empezando a alejarse del chavismo, quieren que la oposición realmente proponga, se vea como una alternativa y permita a toda la población elegir sus candidatos.

Así se ganan los votos que mucha falta hacen, conquistando a aquel que ha perdido su amor por Chávez y quiere que alguien lo enamore para terminar de engañarlo.