viernes, 5 de marzo de 2010

Hay espacio para todos

Al igual que a comienzos de 2008, los eventos electorales parecen acelerar los deseos protagónicos de todo líder político, o personaje público conocido que existe en el país. Tanto en las regionales como ahora en las parlamentarias, pareciera que no se es nadie si no se tiene un cargo público y todos van por él.

Así, vimos desfilar hace año y medio a centenares de personajes que nos hemos acostumbrado a ver por televisión, lanzarse a ser alcalde (generalmente de Chacao, Baruta o El Hatillo), con la intención de "mejorar al país y aportarle todos sus conocimientos a ese puesto". La mayoría, por supuesto, no logró ser alcalde o gobernador, y su vida continuó.

Felizmente, muchos supieron aprovechar ese impulso que fue la candidatura por un puesto ejecutivo regional o local, y se han mantenido activos desde entonces, con la lógica y válida aspiración de un curul en el Parlamento, en donde, si su trabajo fue constante, probablemente salgan premiados.

Otros, sin embargo, volvieron a desaparecer año y medio y ahora salen de nuevo con aspiraciones renovadas para aportar su conocimiento y experiencia a una Asamblea Nacional, que sin duda necesitada de especialistas y gente seria, no tiene cancha pa tanta gente.

Por eso lamento que tanto líderes políticos que van y vienen, como dirigentes sindicales o gremiales, empresarios, periodistas, y sobre todo jóvenes ex dirigentes estudiantiles, o incluso aún estudiantes (aunque su situación real en las aulas no se conozca) postulen sus nombres al Poder Legislativo como la única función de ésta fuera ser un trampolín para la vocería y la confrontación política, quizás olvidando la dificultad que representa hacer una ley, plantearse el sistema legal del país, y tener que buscar acuerdos y consensos con gente como Carlos Escarrá, Cilia Flores o algún representante de UPV.

¿Por qué un joven de 22 a 26 años tiene que estar aspirando a la Asamblea? ¿Porque fue famoso y tuvo un papel importante en 2007? Es cierto y es válido que dentro de la oposición se esté pensando en tener una lista de candidatos diversa, con personajes insignes de todos los sectores, pero que 19 estudiantes o recién egresados busquen un puesto suena excesivo. Sobre todo porque deben saber que en el circuito al que aspiran hay gente mucho más experimentada y preparada, y también porque con uno u otro representante juvenil basta.

Más reprochable aún me parece el hecho de que muchos de éstos jóvenes, y también otros personajes "nuevos" en la política nacional, se lancen en circuitos donde la oposición es claramente mayoría, en vez de convertirse realmente en factores distintos a la política de siempre, y arriesgarse en sectores populares dominantemente chavistas, ya que a estas alturas de su vida tienen poco qué perder.

Uno ve, por ejemplo, el buen trabajo que han hecho desde la plataforma creada por Yon Goicoechea, "Futuro Presente", y se da cuenta que es mucho lo que se puede hacer por un país, aún sin tener cargo público. Iniciativas como ésa, o como el grupo de Quiero Paz, los amigos de UCABMUN, y cualquier otra inmensa cantidad de iniciativas, deberían hacer reflexionar a todos los que hoy aspiran al parlamento, sin demasiada necesidad de ello, ya que el país más que nunca tiene trabajo por hacer, y muchos espacios en donde contribuir.

En los demás sectores ocurre lo mismo. Es ideal que sindicatos, gremios, empresarios, defensores de derechos humanos, universitarios, mujeres, etc, tengan algún representante en la Asamblea, pero que sea eso: un representante, y no sea la constante, ya que afuera se tienen que fortalecer todos esos sectores, y no todos pueden dedicarse a hacer leyes.

Los políticos por su parte, no deberían seguir peleando por el sureste de Caracas, el norte de Valencia, la ciudad de Mérida o San Cristóbal, ni el primer puesto en las listas estadales. Todos los "pesos pesados" de la política opositora cabrían sin problema entre los 165 aspirantes, si de verdad buscaran un curul desde todos los rincones del país, y los viéramos hacer campaña en Catia, en el sur del estado Aragua, en Portuguesa, en Delta Amacuro o en Apure.

Puestos hay, trabajo sobra, ¿por qué la pelea?