miércoles, 8 de mayo de 2013

“Hasta Bolívar tuvo una hermana escuálida”



Publicado en www.usahispanicpress.com

David Miliband tenía pensado ser el nuevo líder del Partido Laborista, y eventualmente convertirse en Primer Ministro británico. Cuando su compañero de filas Gordon Brown todavía ejercía como Jefe de Gobierno, Miliband escribió un editorial en un influyente diario londinense en el cual dibujaba su plan para el futuro de la centro-izquierda en el Reino, lo que generó grandes rumores sobre sus aspiraciones. Éstas se confirmaron tras la derrota electoral de Brown y la llegada de los Conservadores al poder en 2010. Sin embargo, el rápido ascenso del joven legislador de South Shields se vio interrumpido por otro poco experimentado político: su hermano menor Ed, quien sorpresivamente le quitó la dirección Laborista en una contienda interna que finalizó 50,65% a 49,35%. Hoy Ed se prepara para llegar al número 10 de Downing Street en las elecciones de 2015 y David se ha marginado de la política de su país, al asumir recientemente la dirección de una ONG en Nueva York.

No era éste el primer enfrentamiento político entre hermanos, ni es el caso que hoy llama la atención de los venezolanos. La Venezuela mediática (que describí en un artículo hace unas semanas) tiene, de repente, su propia lucha “fratricida”: Ernesto Villegas, Ministro de Comunicación e Información desde diciembre pasado, y Vladimir Villegas, nombrado como uno de los Directores de Globovisión, canal de televisión privado, 24 horas de información y única plataforma opositora en un espectro repleto de propaganda oficial y autocensura.

El protagonismo de ambos hermanos llegó, como el ascenso del mencionado líder Laborista, repentinamente, si bien su relación con la política venezolana viene de antes de su nacimiento.

Su padre, Cruz Villegas, fue un reconocido dirigente del Partido Comunista Venezolano (PCV), que sufrió la prisión en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y los gobiernos democráticos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. Según cuenta la revista venezolana Zeta (en edición del 22 al 26 de enero de 2009), Cruz Villegas convivió en una prisión en la amazonia venezolana junto con su esposa y cuatro hijos mayores, antes del nacimiento de Ernesto y Vladimir.

Luego estuvo en la alta dirección del PCV y de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Venezuela, desde donde enfocó su lucha como sindicalista a nivel nacional e internacional. Probablemente a la hora de su muerte en 1994, Cruz Villegas pensaría que sería Mario, el mayor de sus tres hijos varones, el que más influiría en el acontecer político venezolano. El también periodista militó en el PCV y fue secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa entre 1989 y 1991, mucho antes de conocer, apoyar y luego deslindarse tempranamente del fallecido presidente Hugo Chávez.


Tal camino también lo transitó Vladimir. Periodista y militante del PCV, terminó en el PPT aliado de Chávez, y formó parte de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 que redactó la Constitución Nacional vigente. Luego trabajó en distintas Embajadas de la región y dirigió, entre 2003 y 2004, Venezolana de Televisión (VTV), principal canal del Estado, en una época altamente polarizada y conflictiva. Antes de su separación definitiva del chavismo, Villegas había lamentado los pocos cuestionamientos dentro de los partidos revolucionarios y la dificultad para hacer periodismo en el canal estatal.

En todo este tiempo su hermano menor Ernesto se fue haciendo su propio nombre, siempre en el periodismo y alejado de militancia partidista cualquiera. Así pasó por distintos diarios privados hasta recaer en Venezolana de Televisión. Por varios años condujo el programa matutino de entrevistas políticas de la televisora pública, en el cual generalmente mantuvo un perfil bastante moderado y profesional, distinto del ambiente que dominaba el resto de las emisiones.

En más de una publicación Ernesto criticó  acciones del Estado chavista e incluso una vez lamentó las fuertes palabras que en plena transmisión de televisión le dijo el Presidente Chávez a un camarógrafo de VTV. Estas actuaciones parecen haber dificultado su ascenso a puestos de gobierno.

Fue apenas en su última aparición pública cuando el fallecido Comandante juramentó al menor de los Villegas como su Ministro de Comunicación e Información, puesto fundamental para una revolución televisiva. Ernesto comenzó a militar en el partido de gobierno, PSUV, y dejó su moderación de lado cuando ejerció simultáneamente como Jefe de Propaganda de la campaña de Nicolás Maduro.

En pocos meses su nombre ha sido uno de los más cuestionados por la oposición debido a su notable manipulación para contar los hechos, la excesiva parcialización de los medios públicos y sus constantes señalamientos (a veces tomados como amenazas) sobre los medios privados, entre los cuales resalta, por supuesto, Globovisión.

No han sido pocos los adjetivos usados por el Ministro para referirse a esta planta y su línea editorial. Pero surgen dudas si mantendrá tal actitud con la dirección de Vladimir, un personaje aun respetado por cierto sector del chavismo y visto con recelo por parte de la oposición.

Ya en 2008 y 2009 Ernesto levantó su voz en contra de las injusticias sufridas por sus dos hermanos. Primero cuando a Mario, trabajador del organismo recolector de impuestos Seniat, lo enviaron a una oficina en la frontera con Brasil debido a sus artículos periodísticos en contra del gobierno; y luego en rechazo a los insultos que desde la propia señal de VTV salían en contra de Vladimir, en los días que éste se alejó del gobierno.

“Hasta Simón Bolívar tuvo una hermana escuálida, María Antonia, -escribió Ernesto en 2009 en aporrea.org- quien apoyaba a la Corona Española (…)  y aun así, cuando la vida de ella corrió peligro por la inminente llegada de Boves y sus huestes a Caracas, El Libertador desvió recursos de la revolución para salvarle la vida”.

De momento la moderación y las autocríticas del menor de los Villegas han quedado de lado y su lucha por los derechos de los trabajadores olvidada, al formar parte de un gabinete que dirige persecuciones en contra de empleados públicos que votaron por Capriles. ¿Podrá el amor de hermanos generar una relación cordial en la primera línea de batalla mediática en esta Venezuela polarizada? 

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