martes, 28 de agosto de 2012

La particular campaña electoral venezolana


Publicado en www.blogsdepolitica.com


Menos de dos meses faltan para las elecciones presidenciales en Venezuela y todavía las encuestas parecen ser poco útiles para anticipar lo que ocurrirá el 7 de octubre. Y no es porque sus resultados no nos gusten o parezcan poco confiables, sino por la amplia (amplísima) diversidad de cifras que los sondeos muestran.

Al candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, se le da entre 23 y más de 50% de los respaldos, dependiendo de la empresa que se consulte, distancias que se reducen en el caso del actual Presidente Hugo Chávez, aunque sus números también pasen de una arrolladora victoria a una estrecha derrota.

Y el de las encuestadoras no es el único símbolo de la particularidad de lo que ocurre en la Venezuela de los últimos años. El Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo encargado de organizar y regular las elecciones, ha mantenido una disputa con Capriles por una gorra con los colores de la bandera que el líder opositor ha venido usando. Dicen que viola el reglamento electoral y le da ventajismo en la campaña. Mismo ventajismo que desde el partido de gobierno dicen que tiene la oposición en los medios de comunicación, aun cuando Chávez realice varias transmisiones televisivas y radiales semanales de carácter obligatorio.

Resulta particular también ver cómo el partido gobernante desde hace 14 años, con amplio dominio del Parlamento Nacional y la mayoría de los gobiernos regionales, quiera seguir hablando de cambio, de una revolución todavía incompleta y que debe mantenerse para consolidar el rompimiento definitivo con un pasado que relacionan con el candidato opositor.

Éste a su vez, busca asumir el lenguaje de la novedad y usa en buena medida las estrategias que llevaron a Chávez al poder en 1998. Capriles recorre incesantemente todo el país con un plan catalogado “pueblo por pueblo”, en el que transita calles, toca las puertas de las casas y conversa con los ciudadanos más desfavorecidos, en distintos rincones del país.

Sabe que el Presidente, aunque asegure estar plenamente recuperado de sus dolencias por el cáncer que viene sufriendo desde hace más de un año, está limitado en su accionar y apenas se le ve dos o tres veces por semana en actos de campaña menos acalorados de los que nos tenía acostumbrados, montado en tarimas o en camiones que lo mueven por las calles, siempre alejado de las personas que el joven Capriles puede tocar.

Sin embargo, a pesar del tiempo y de las carencias, en la particular Venezuela, los recursos generados por la exportación de petróleo mantienen a Chávez con amplias opciones de llevarse el triunfo el 7 de octubre, y de cualquier manera sus niveles de popularidad son impensables en otros rincones del planeta, para un mandatario con casi década y media en el poder.

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